GRACIAS 2019, BIENVENIDO 2020
¿ QUIEN ES EL VERDADERO SERVIDOR?
¿Quién es un verdadero servidor? El que ha comprendido que el único modo en
que nuestra civilización, sea una civilización, una cultura de paz, es que
todos y cada uno vivamos de tal modo que, siempre busquemos, en todas las
ocasiones, generar el “Mayor bien para el mayor número”. Esto implica salir de
la ignorancia y en consecuencia saber que el “sálvense quien pueda” es “no se
salva nadie”.
Este día, en que estoy escribiendo, una buena parte del mundo ha decidido
un Gran Acto de Invocación Masiva, el Minuto de Silencio Mundial por la Paz,
que se celebrara en cada lugar del mundo donde hay servidores conscientes, a
las nueve de la noche hora de Greenwich. Día en que comienza la celebración de
la Semana del Nuevo Grupo de Servidores Mundiales, que ocurre cada siete años.
Uno de los grandes poderes que tenemos los seres humanos, ha permanecido
escondido y frente a nosotros, por mucho tiempo. Ese poder, es el que tenemos
cuando hacemos acciones reconociéndonos como una HUMANIDAD.
Creer que estamos separados, sin ver que estamos tan separados como pueden
estarlo los dedos de una mano. Si no vemos la mano completa, podríamos caer en
el error perceptivo de creer que están separados, pero la utilidad y el sentido
de cada dedo, depende de que esté unido a la mano. ¿Se pueden imaginar un dedo
pulgar cortado de la mano? ¿Qué sentido y qué utilidad tendría su existencia? Así
sin sentido y sin utilidad es la vida de un humano separado de los demás.
El humano que se comprende a sí mismo incluido dentro del cuerpo de
Humanidad y sabe, con la certeza que solo el corazón da, que está
indisolublemente unido a la Humanidad dentro de la cual vive, se mueve y tiene
su ser, es un ser que sirve, es un ser que se reconoce a sí mismo como parte de
un todo mayor, que hace que su vida tenga sentido.
Que en estas grandes fiestas que celebramos cerrando el Calendario
Gregoriano como un Año Nuevo, que una parte de nosotros, celebra como el
Nacimiento del Salvador, otros como el Solsticio de invierno o de verano, según
el hemisferio en que vivamos, donde para otros, el Chintamani aparece para
mostrarnos el porvenir y darnos fuerzas para ocupar nuestro lugar en el Nuevo
Año, todos y cada uno de nosotros integrantes de ese Gran Cuerpo que llamamos
Humanidad, ocupe su lugar, sirva como su corazón le dicte, encuentre el sentido
de su Sagrada Vida y en consecuencia alcance la Paz que ha toda comprensión
trasciende.
Con amor y por el Nuevo Pensamiento
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